domingo, 13 de abril de 2008

Un viaje en Bicicleta (Albert Hoffman a.k.a LSD)

El químico suizo Albert Hofmann sintetizó por primera vez LSD el 16 de noviembre de 1938 en los laboratorios Sandoz de Basilea (Suiza), durante un programa de investigación dirigido a encontrar posibles usos medicinales de los alcaloides del grupo ergolina, presentes en el cornezuelo del centeno. El cornezuelo es un hongo que infecta los granos del cereal que se utilizan para hacer pan de centeno, causando el fuego de san Antonio (ergotismo). La dietilamida del ácido lisérgico es el vigésimo quinto derivado del ácido lisérgico que sintetizó (de ahí su nombre: LSD-25), y en un primer momento Hofmann pensó que podría tener utilidad como analéptico, estimulante de los sistemas circulatorio y respiratorio. Sin embargo, en los experimentos que se realizaron con animales no se observó ningún efecto beneficioso en este sentido (si bien las notas de laboratorio indican que los animales se volvieron extraordinariamente inquietos bajo sus efectos), y se abandonó su estudio. Sus propiedades psicodélicas no se descubrieron hasta 1943, cuando Hofmann, siguiendo lo que denominó «un curioso presentimiento», volvió a trabajar sobre el compuesto.


"El LSD se presentaba en láminas finas de papel tratado"

Al principio tomço un dosis pequeña y se altero un poco, sin embargo, Tres días después, tomó una dosis mucho mayor para poner a prueba sus efectos; este día pasó a ser conocido más tarde como "el día de la bicicleta".

El 19 de abril de 1943 el doctor Hofmann ingirió a propósito 250 µg de LSD, pues, por su experiencia con otros alcaloides ergóticos, pensó que podría ser la dosis mínima. Sin embargo, pronto descubrió que la sustancia tenía una potencia superior a la de casi cualquier otra conocida en la época, por lo que la dosis que se administró era en realidad superior a la que más tarde se aconsejó para fines terapéticos.


"más LSD"

Tras ingerir la sustancia, Hofmann sintió que le costaba hablar de forma inteligible y pidió a su asistente de laboratorio, que estaba al tanto del experimento, que le acompañase en su viaje a casa en bicicleta, pues, por las restricciones del período de guerra, no había automóviles disponibles. Durante el viaje a casa, el estado de Hofmann se agravó, y en su diario escribió que todo lo que había en su campo de visión ondulaba, distorsionado como una imagen en un espejo cóncavo. Aunque avanzaba velozmente, tuvo la sensación paradójica de que permanecía inmóvil.

Cuando llegó a casa, llamó a un doctor y pidió a su vecina algo de leche, creyendo que le ayudaría a recuperarse. Hofmann hace notar que a pesar de su estado delirante, fue capaz de escoger con lucidez la leche, por su calidad de antídoto no específico contra el envenenamiento. Cuando llegó el médico, no encontró ningún síntoma físico anormal, salvo las pupilas extremadamente dilatadas.


"LSD en su honor"

Tras pasar varias horas aterrorizado, convencido de que un demonio había poseído su cuerpo, de que su vecina era una bruja y de que el mobiliario de su casa le amenazaba, el doctor Hofmann pensó que había enloquecido por completo. En su diario, Hofmann indica que el doctor decidió no medicarlo y prefirió enviarlo a la cama. Una vez acostado, Hofmann sintió que el pánico comenzaba a dar paso a una sensación de buena suerte y gratitud. Los colores y juegos de formas que veía con los ojos cerrados le resultaban ahora placenteros. Se trataba de «imágenes fantásticas» que surgían ante él, alternándose unas tras otras, abriéndose y cerrándose en círculos y espirales para después explotar en fuentes de color, y comenzar de nuevo, en un flujo incesante.


"Su viajecito en bicicleta"

Durante su 'viaje', las impresiones acústicas (como el ruido de un automóvil que pasaba) se transformaban en imágenes. Finalmente, Hofmann se quedó dormido y despertó al día siguiente fresco y con la mente clara, aunque con cierto cansancio corporal. Desayunó con una sensación de bienestar y vida renovada, y encontró la comida deliciosa. Mientras caminaba por el jardín, notó que todos sus sentidos «vibraban con una sensibilidad superior, que duró durante todo el día».

Ya sabéis, si alguna vez os encontráis una lamparilla desead un "día de la bicicleta" (NOTA: CON ESTO NO PROMUEVO EL CONSUMO DE LSD, CADA UNO ES RESPONSABLE DE LOS TRIPIS QUE SE TOMA Y SON MALOS, DROGARSE ES MAL)

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Ey! Mola tu blogg, felicidades!

Lo único que jode es alicia keys en cada entrada que pones xD, pero no pasa nada.

¡Saludos! ^^

odio-blogspot.blogspot.com
enemigoalfa.blogspot.com

Anónimo dijo...

Esplendido... Brillante... Sublime"!!!

Anónimo dijo...

totalmente cierto, aunque hay otras formas para llegar al mismo estado, q son menos tóxicas para el cuerpo.... pero de cuando en cuando un viaje en bicicleta recarga energía.. sobre todo en espacios naturales...
gracias Hoffman.

Anónimo dijo...

muy buen material...que buen tipo albert, que nos brindo las maravillas psicodelicas del LSD
Salu2!!

Anónimo dijo...

CREO QUE EL lsd QUE SE COMERCIALIZA HOY EN DIA ES DE MUY MALA CALIDAD! GRANDE ALBERT HOFFMAN!!

Anónimo dijo...

Yo si me animaria a descrubrir ese mundo!! pero tengo la sensacion que podria gustarme....

Anónimo dijo...

Un viaje increible.. en lo personal, me lleva al inicio de todo, mis pensamientos e imagenes solo confirmaban la importancia del AHORA, el presente es todo lo que tenemos, y logré sentir que tenía la vida en mis manos, podía hacer lo que yo quisiera, estaba todo dispuesto allí para mi.. Me sentí plena, como un bebe, limpia y pura de pensamientos, prejuicios, reglas, lenguaje, libre de todo lo que te entrega el sistema. Fue muy dificil acomodarme a la urbanización, al celular, volver a la "realidad". Este viaje ha sido una de las cosas mas importantes para recordar lo que realmente es importante y necesario, y es una lastima desde este punto de vista ver como nosotros los seres humanos nos hemos complicado la vida con miles de estimulos y cosas que no necesitamos...

Literatura Psicoactiva dijo...

Todos los libros de Albert Hofmann para descargar GRATIS en PDF aquí: http://literaturapsicoactiva.blogspot.com.ar/2012/07/albert-hofmann.html

Anónimo dijo...

personalmente me paso lo mismo que describe y mucho mas, muy lindos viajesss